​El gobierno de Estados Unidos otorgó una prórroga de 90 días a las importaciones mexicanas de calzado, manteniendo el arancel del 25 %. Esta extensión es un alivio para empresas que producen en México, como Steven Madden Inc. y Crocs.

La medida se implementó luego de un acuerdo entre el presidente estadounidense Donald Trump y la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum, el cual permitió que las negociaciones comerciales entre ambos países se mantuvieran abiertas.El ajuste en los aranceles estaba programado para entrar en vigor el 1 de agosto, pero la intervención de Trump evitó el aumento y concedió la prórroga hasta el 31 de octubre.

Esta decisión es especialmente significativa para marcas que se beneficiarán de la continuidad de la producción en México, asegurando que los productos de otoño e invierno lleguen a tiempo para la temporada navideña. Por otro lado, empresas que operan en Brasil, como Kane Footwear y Grendene Global Brands, deberán enfrentar un incremento del 50 % en sus aranceles. Para el medio WWD, aunque Brasil sigue siendo un centro de producción clave para la industria del calzado de Estados Unidos, la nueva tasa arancelaria podría afectar su competitividad frente a México.Esta prórroga subraya los retos de las compañías al decidir sus ubicaciones de producción, donde factores como los costos arancelarios y la fiabilidad de los plazos de entrega juegan un papel fundamental.