Brunello Cucinelli SpA confirmó su objetivo de crecimiento para todo el año, después de que las ventas aumentaran un 11 % en los nueve primeros meses, impulsadas por la sostenida demanda de sus productos de cashmere de lujo.
El grupo de moda italiano rechazó las afirmaciones de un vendedor en corto que provocaron el mayor desplome registrado de su cotización.La compañía señaló el miércoles, en un comunicado, que va camino de cumplir su objetivo de crecimiento del 10 % de los ingresos este año, y publicó las cifras apenas unos días después de que un informe del vendedor en corto Morpheus Research alegara que está "engañando" a los inversores sobre su división rusa y sus prácticas de descuento.
Morpheus, que incluye a antiguos miembros de Hindenburg Research, dijo que una investigación de tres meses que llevó a cabo mostró que Cucinelli sigue operando tiendas en Rusia pese a que la empresa asegura haberlas cerrado. Las ventas de artículos de lujo en Rusia están sancionadas por la Unión Europea desde la invasión rusa de Ucrania en 2022. También alegó que Cucinelli aplica descuentos excesivos para deshacerse del exceso de inventario.Cucinelli negó las acusaciones y afirmó que su filial rusa cumple plenamente toda la normativa vigente. Añadió que está considerando emprender acciones legales para proteger su reputación."Las tres tiendas propias a pie de calle, grandes tiendas insignia que representan la imagen de la marca en el país, todas ellas construidas o ampliadas justo antes del inicio del conflicto, han permanecido cerradas desde la imposición de las sanciones", dijo la empresa en el comunicado del miércoles.Las acciones de Cucinelli se han recuperado tras caer un 19 % a raíz del informe de Morpheus.Los ingresos generados por su Casa di Moda en Rusia, cuyo peso relativo fue del 9,3 % en 2021, han disminuido desde el inicio del conflicto, situándose en torno a 30,6 millones de euros (35,9 millones de dólares) en 2024, equivalentes al 2,4 % de los ingresos totales, dijo la empresa en el comunicado.El empresario italiano Brunello Cucinelli fundó su marca homónima, de la que sigue siendo presidente ejecutivo y director creativo, en 1978 en la región italiana de Umbría. Se dio a conocer con la entonces revolucionaria idea de teñir la cachemira y es partidario de una forma más "humanista" de capitalismo.
