La firma de moda de origen valenciano lleva la cultura japonesa a la pasarela madrileña. Isabel Sanchís presentó el pasado 19 de septiembre su colección para primavera/verano 2026 en el pabellón 14.1 de Ifema Madrid, en el marco de la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid. Inspirada en la dualidad entre la tradición y la modernidad del país asiático, la propuesta exploró contrastes estéticos a través de diseños que combinan técnicas artesanales y tecnología de vanguardia.
Pocos minutos antes del desfile, el ambiente entre bambalinas era una mezcla de emoción y dedicación, mientras el equipo de la firma preparaba los últimos detalles de las piezas. “Sentimos muchos nervios, porque siempre intentamos innovar”, confesaba Isabel Sanchís, fundadora y responsable del diseño de la marca, a FashionNetwork.com. Junto a ella, su hija y codirectora creativa, Paula Maiques, compartía el mismo entusiasmo.“El punto de partida fue un viaje familiar que hicimos a Japón”, explicaba Maiques sobre la génesis creativa. “Nos fascinó cómo conviven tradición y vanguardia, pasado y futuro, fluidez y estructura, caos y disciplina... A partir de ahí comenzamos a combinar elementos muy distintos que acabaron generando piezas muy dispares, pero con un resultado muy interesante”, continuó. Parte de los estampados y bordados están inspirados en murales japoneses, mientras que otras piezas evolucionan hacia un enfoque más experimental. “Hemos intentado hacer una colección muy ecléctica, evolucionando hacia la parte más vanguardista y moderna de Japón”, detalló.
Sobre la pasarela, las modelos desfilaron al ritmo de composiciones clásicas de óperas como La Traviata, Madama Butterfly, Lakmé o Turandot, cruzando un puente inspirado en los característicos jardines japoneses, que reforzaba la atmósfera poética y simbólica del desfile. Las maniquíes lucieron diseños confeccionados en tejidos como tul o neopreno, trabajado con esponjas internas moldeadas con calor, utilizando técnicas como el microplisado, el volumen escultórico o el moldeado sin costuras. Por su parte, la paleta de color recorrió tonalidades de clara inspiración oriental como verdes, naranjas y rosas suaves y desembocó en un tramo final dominado por el blanco y negro, señas de identidad de la casa.La colección también apostó por la tecnología sin perder el sello artesanal. Una de las innovaciones más destacadas fueron las flores impresas en resina 3D, desarrolladas en colaboración con el Instituto Tecnológico Textil (Aitex), así como una pieza revisitaba el universo del origami con estructuras voluptuosas y hombros marcados. El momento más impactante llegó con el look de cierre: un vestido elaborado en tul y silicona impresa, con estructura interna de cableado manual, que evocaba las autopistas suspendidas y entrelazadas características de Japón. Al compás del aria Nessun dorma, interpretada por Luciano Pavarotti, la pieza final apareció en escena como una oda a esa simbiosis entre tradición y vanguardia y la belleza atemporal.
Fundada en 1990, Isabel Sanchís se encuentra actualmente en una etapa de expansión nacional e internacional. Tras el lanzamiento de su tienda online el pasado mes de julio, la marca ha registrado un crecimiento notable en mercados como Estados Unidos, Kuwait, Arabia Saudí y algunos países europeos. Aunque la venta digital avanza, la firma mantiene su esencia artesanal ofreciendo un servicio personalizado a través de su plataforma de e-commerce. En su último ejercicio, la firma logró mantener una facturación estable cercana a los 4 millones de euros.
